lunes, 7 de febrero de 2011

Sociabilidad

Los niños ferales, como es evidente, prefieren la compañía de animales que la de los seres humanos, ya que no congenian bien con ellos por sus costumbres y hábitos.
En el ejemplo de Kamala, olfateaba la comida y la cogía como si fuera un perro, así es que los perros la reconocieron como una más.
Después de capturar a los niños ferales, el hecho de re-integrarlos en la sociedad es un proceso difícil, puesto que no han tenido contacto con otros humanos y especialmente porque nunca han usado las estructuras del lenguaje que esto les imposibilita aprender de la manera común y corriente de la que aprendemos nosotros en nuestra sociedad.
Pero lo que verdaderamente capta nuestra atención es que casi ninguno de ellos ríen y se muestran sexualmente indiferentes.
Todos estos aspectos sobre la sociabilidad de los niños ferales, ha servido para los científicos y los filósofos, ya que podía responder a preguntas de cómo somos los seres humanos realmente: si en verdad tenemos ideas innatas y si es verdad eso de que el hombre es social por naturaleza.

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